Según la Fundación Estadounidense del Hígado, más de 100 millones de estadounidenses tienen algún tipo de enfermedad hepática y la mayoría de ellos no lo sabe. Esas son malas noticias para muchas personas, considerando que el hígado realiza más de 500 funciones vitales en el cuerpo. Para las personas mayores, el riesgo es aún mayor debido a los efectos del envejecimiento. Pero ahora algunas buenas noticias: debido a que el hígado puede regenerarse y curarse a sí mismo, puede tomar medidas para mejorar la salud de su hígado o incluso revertir el curso de algunos tipos de enfermedades hepáticas.
No, no estamos hablando de la “desintoxicación del hígado”, tan comúnmente promocionada en las redes sociales. De hecho, muchos médicos advierten que esos programas son inútiles en el mejor de los casos y, en ocasiones, pueden ser dañinos. En cambio, simplemente llevar un estilo de vida más saludable es la mejor manera de apoyar este órgano vital.
La hepatitis viral solía causar la mayoría de los casos de enfermedad hepática, pero afortunadamente ese problema ha disminuido en las últimas décadas. Sin embargo, la enfermedad del hígado graso no alcohólico va en aumento, posiblemente debido a los hábitos dietéticos y la obesidad generalizada, y cualquiera que beba alcohol regularmente es vulnerable al daño hepático.
Independientemente de su edad, aquí hay algunos consejos para promover la salud del hígado e incluso curarse de algunas afecciones hepáticas:
- Coma una dieta saludable, baja en grasas saturadas y rica en frutas y verduras.
- Limite el azúcar y los refrescos en su dieta
- Pierda peso y siga un programa para mantener su nuevo peso más bajo.
- Manténgase activo haciendo ejercicio con regularidad. ¡Simples caminatas por el vecindario pueden hacer maravillas para su salud física y mental!
- Beba menos alcohol o déjalo por completo.
- Evite los suplementos dietéticos sin la supervisión de un médico.
Esto último podría sorprenderle. Sí, muchos suplementos dietéticos en realidad pueden ser tóxicos para el hígado, por lo que siempre debe consultar con un médico o nutricionista antes de usarlos. Debido a que los suplementos no están sujetos a la misma supervisión que los medicamentos, no siempre puede estar seguro de qué contienen y en qué cantidades.
Dado que 100 millones representan una parte considerable de nuestra población, cualquiera de nosotros podría tener una enfermedad hepática en etapa temprana sin siquiera saberlo. Hable con su médico si ha experimentado algún síntoma preocupante. De lo contrario, todos deberían seguir una dieta y un régimen de ejercicio razonablemente saludables y evitar los elementos potencialmente tóxicos en su vida diaria.